domingo, 25 de septiembre de 2011

Fuera de serie

Soy una “friki” muy social, además de ver series y súper-series, salgo de cañas, disfruto de la playita, voy al gimnasio, trabajo de ejecutiva-agresiva, me encanta ir de compras y leo, también leo.
Me gustan todos los estilos, pero reconozco que para las historias de miedo, prefiero un libro que una peli.  Porque imaginarte al asesino más sanguinario siempre es mucho más intenso en tu cabeza que ver a Tom Cruise o Kevin Bacon, que lo hacen bien y acojonan, pero tu imaginación lo supera todo.
Solo hay una excepción, Jack Nicholson. Soy incapaz de imaginarme a alguien que de más miedo que Jack en El Resplandor. Y también soy incapaz de ver la peli entera, y también soy incapaz de leer el libro. En lugar de El Resplandor, debería llamarse ¡NO HAY HUEVOS!
No puedo decir que no la he visto, porque yo delante de la peli he estado, pero de espaldas, o con un cojín en la cabeza, o llorando… pero vamos, que lo he intentado. Lo que aseguro que no he hecho ha sido leer el libro, no he podido. Creo que ni llegué a la página 50. Sujetaba el libro con 2 deditos, y lo cerraba bruscamente cada 15 segundos. Me daba tanto miedo que meterlo en un cajón no era suficiente. Pensé en grapármelo al culo para no volver a verlo nunca más, pero recapacité  porque pasaba de cambiar de talla de vaqueros.
Hay más libros que me han dado miedo… pero miedo. Recuerdo Dragón Rojo, de la trilogía de El silencio de los corderos. Me lo recomendó mi madre… y madre mía… Y yo luego se lo recomendé a una amiga, que me dijo que estaba sola en casa el fin de semana, y tenía que estudiar para un examen. Necesitaba un libro para los descansitos. No quería engancharse a la tele…
Le dije – Dragón Rojo, te va a encantar-. Sacó sobresaliente, le daba tanto miedo el libro, que se dio a los apuntes. Han pasado 10 años, y todavía me insulta cuando lo recuerda. Por suerte es madre, y no tiene mucho tiempo para recordar...
Yo siempre le pido a mi madre ayuda en tema libros y pelis porque  no es una madre al uso, es de las que leen mucho, ven mucho cine y saben mucho del tema. A una madre al uso le pides que te recomiende una peli, y te dice – Tienes un e-mail -. Tú se lo preguntas a mi madre y te dice – Seven-. Y como me lo dijo mi madre, pues yo le hice caso. Era un Domingo lluvioso y yo me fui al cuarto con mi peli de video. Mientras yo envolvía  mi cabeza en la almohada en cada pecado capital, oía a mi familia morirse de risa viendo a Carbonell en Caiga quien Caiga. Tiene su punto oír a gente riéndose mientras tú te cagas de miedo a 15 metros. Yo quería salir de la habitación, pero no me podía bajar de la cama. Todos sabemos que no se pueden sacar los pies de la cama cuando tienes miedo. Ese Domingo me hubiera encantado que hubiera alguien bajo mi cama que subiera a ver la peli conmigo…  
Todavía me acuerdo de cuando veíamos en familia Twin Peaks… Joeeee, ¡cómo me hubiera gustado que me castigaran sin verla! Yo creo que mi madre nos dejaba verla, porque no quería verla sola. Madre mía que malos ratos, que si Laura Palmer, que si el padre, y sobre todo un tal Bob con muy mala pinta ¡que dormía en el hueco entre la mesilla y la cama de la peña! Ahora no solo no puedo sacar los pies de la cama, ahora tampoco puede haber el mas mínimo hueco entre la mesilla y la cama. ¡Un día en un giro nocturno me voy a saltar los dientes! Dormir es todo un ritual cuando eres “friki”.
¿Por qué me dejaban ver Twin Peaks  y no me dejaban ver  Canción triste de Hill Street?, ¿Por qué? Cuando empezaba, le daba a mi madre el beso de buenas noches y al salir dejaba la puerta entreabierta,  me hacía una bola en el pasillo y forzaba mucho la vista. Igual por eso ahora veo mal de lejos. El capitán Furillo y sus hombres eran mis ídolos, y cuando en la reunión de los polis les decían TENGAN CUIDADO AHÍ FUERA, yo pensaba, ¡Joder que máquinas!!  ¿Cómo saben que estoy aquí escondida?!! 
Bueno, volviendo al terror, cuando veo pelis de miedo, o leo libros de miedo, necesito contactar con la realidad antes de dormirme, porque si no, en mi afán por meterme en las historias, me duermo con muy mal cuerpo. Así que me pongo la tele, y cuanto más absurdo y terrenal sea lo que dan, mejor. Necesito que den Sálvame, o South Park, o una peli de adolescentes, o la teletienda!!!! Pero la perfección para olvidar el terror es ver a  Nacho Polo y Victor Sandoval. Dejo el cerebro en blanco, encefalograma plano, y se me olvida todo. Me impacta tanto lo que oigo, que se me olvida lo que leo.
Pero hubo una vez, una traumática vez, que ver la tele después de ver una peli de autentico terror no iba a servirme de ayuda. Cometí el terrible error de ver The Ring. La versión Japonesa. Dicen que la versión americana da más miedo, pero eso es imposible, no existe MAS MIEDO. ¡Una “señora” muy rara saliendo de la televisión!!!, ¡y esa manera de reptar por favor!!  Lo peor de todo es que no entendí nada, y cogí pánico a pasar por delante de la tele cuando estaba apagada y veía mi reflejo… A ver, soy morena… de pelo largo… ¿obvio no?
A quien quiero engañar… ¡en mi casa la tele nunca está apagada! Entro por la puerta y es lo primero que hago, no suelto el bolso, no me quito los zapatos… Busco el mando y le doy a ON. Si oigo música, la tele encendida. Leo, la tele encendida. Escribo un post, la tele encendida. Ahora están dando Reglas de compromiso  en FDF. Una serie con su punto.
Pero he de ser sincera, no solo me dan miedo las pelis de miedo, las buenas pelis de miedo. Con las malas pelis de miedo, también lo paso fatal. No valgo para ver Scream, ni Leyenda Urbana 122, ni siquiera esas que dan después de comer en A3 de una casa en una playa con una señora en la ventana que nadie conoce… Vamos, soy lo que en la jerga se dice, TONTA-DEL-CULO.
Sí, soy la típica que se empeña en ver una peli de miedo, y se pasa los 98 minutos con los oídos tapados, los ojos cerrados, diciéndole a la de al lado _ ¿Qué pasa? ¿Qué pasa? ¿Qué pasa? ¿Qué pasa? -. Y mi amiga - ¡Pero mira! -. Y yo, - paso, paso, paso-. Y sigo ahí, con los dedos incrustados en las orejas, oyendo el latido de mi corazón.
Tanto recordar el cine y tiempos mozos, me está viniendo a la mente, una peli de Spielberg, de relatos cortos, de miedo.¡Historias asombrosas!!!! Creo que quiero volver a verla, a ver si me siguen dando el mismo miedo que hace 20 años (cuando yo tenía 4…). Si veo que me acojono mucho, tengo la salvación perfecta hoy,¡Qué tiempo tan felíz!!  La Campos me ayudará a contactar con la realidad, pero si está Chayo Mohedano… Ella también me da un poco de miedo ¿eh? ¿Cómo una chica tan joven puede parecer tan vieja? ¿Lo hace queriendo? Lo voy a investigar y os lo cuento otro día.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Alquilo mi vida por capítulos


Me gusta mi vida, tengo una familia que me aguanta, unas amigas que me aguantan, y un trabajo que me aguanta, y todavía no sé cómo, porque son las 11.00 de la mañana  de un Martes y estoy aquí de "jajitas" escribiendo mis locuras…
Pero mi vida no es todo el rato mía, la alquilo por horas.
Hay momentos en los que mi vida me aburre y la ficción me aporta más. Cuando me meto en ella, dejo de ser yo totalmente, me meto en el papel de otro con una facilidad pasmosa. Creo que por eso siempre me ha gustado ver la tele sola, a mi bola, porque cuando la veo con alguien "terrenal" me recuerdan que es ficción, y no es lo mismo, soy a medias real y a medias ficticia, vamos, soy Yola Berrocal.
Recuerdo cuando tenia unos 15 años, viendo Pretty Woman por primera vez, yo estaba en el comedor de mi casa, sentada en una silla, con una sonrisa de boba… Viendo a Richard y Julia (¿alguien se acuerda de sus nombres en la peli? ¡Ni idea! La he visto mil veces y solo me acuerdo de un nombre, PUTACIENTA, me lo voy a hacer mirar). Bueno, pues allí estaba yo, nerviosa perdida por saber si al final él le quería o no… Vale, se supone que era obvio, pero yo hubo momentos que pensé que al final ella se daba a la fuga con el director del hotel…Pero cuando acabó… ¡qué bonito! Y me fuí al salón, a darle a mi madre el beso de buenas noches, pero cuando asomé la cabeza por la puerta y ví todavía los créditos del final de la peli mi cerebro fue por libre…
_De mayor quiero ser puta!!!! - (ups) -
 Mi madre giró la cabeza, y con cara de resignación me respondió: Yo también hija, yo también.
En ese momento solo me reí y me fui a dormir, pero con el tiempo me hizo darme cuenta de que todo el mundo vive un poco la ficción, a todo el mundo le gustaría ser cierto personaje, o que le pasen las cosas que pasan en las pelis. ¿Es normal no? Es normal en la gente normal, en mi no, a mí se me va de las manos…
Yo veo "Durmiendo con su enemigo" y me paso la película diciendo,- halaaaa, que envidia…- Que un día va a salir el personaje de la televisión, como buenamente pueda, y me va a decir - ¡¿Envidia?! Mi marido me ha pegado, violado, casi me ahogo, ha intentado matarme, me he vuelto paranoica, le ha pegado un tiro a mi pareja… ¡¿Envidia?! -.  Y yo - Yaaaaaa, pero el de barbita te ha llevado al teatro y ¡habéis hecho una tarta de manzana!! - La tía se queda tan flipada que vuelve a la tele como la de "The Ring", a rastras, la he desarmado…
Soy tan soñadora, que creo que en la única peli que no he dicho en alto - Halaaa, que guay… - fue en  "Leyendas de pasión". Ahí solo gritaba sorbiendome los mocos -  ¡pero Brad tío, quédate en la cama! No merece la pena, ¡no te levantes! ¡Te lo pido como un favor personal! Si me haces este favor, luego te hago yo a ti otro! -. Pero no, la he visto 4 veces por si habia suerte, pero el tio sigue erre que erre, asi que si él pasa, yo tambien paso de hacerle favores a él. Va a tener que currarselo comigo.
Las series también las vivo, bueno, eso es todavía peor, porque duran más, y entonces ya me hago una vida paralela, bueno, unas cuantas, porque cada día de la semana, tengo una vida PRIME TIME. Los Lunes vivo en  el único barco superviviente del mundo, los Martes soy la hija de un terrateniente enamorada de un malote encantador, los Miércoles soy una niña de 17 años enamorada del amigo de su padre poli, los Jueves corro delante de los Grises manifestándome en contra de Franco, y los Viernes soy puta en Callejeros. (Por eso los Viernes prefiero salir de cañitas…)
El fin de semana soy americana, me doy a las series de “culto”, vamos, las que ve la gente culta que entiende “guiones tetris”, esos en los que se supone que todo encaja perfectamente pero solo lo consiguen algunos privilegiados… Yo voy poco a poco ¿eh? Reconozco que cada vez doy menos al pause. Y al rewind? Ya casi nada. El icono del mando esta borrado, ¡pero lo hizo el anterior inquilino!
Así que en resumen me mola mi vida, la real está bien, pero la ficticia es la kaña, me pasa de todo, y yo encantada. Eso sí, a veces, cuando tengo Sábado freaky y me dan las 5 de la mañana viendo diversas series, llego a liarme. Al final me pongo Friends que siempre me relaja y despeja mi mente, porque llego a un punto en el que me tengo que centrar: “A ver Kaña-mon, que no, que Rachel le ha dicho a Ross que le quiere porque le quiere, no es una artimaña para que le ayude a escapar  del edificio… y no, ¡no es un muerto viviente!!! Ayyy, céntrate…" Y me voy a la cama con un siroco, que la cabeza va más rápido que yo. La cabeza está en la cama, y yo ando descabezada por el salón, buscando el móvil, que es mi única conexión con la realidad. Pero no son horas de llamar a nadie, además seguro me lo han pinchado…
Buff, así que ahora mejor conecto un ratito con mi vida real, y me pongo a currar, porque una vida ficticia me gusta, pero un sueldo ficticio, no.
PD; Este fin de semana he visto 9 capítulos de mi serie de culto actual. Estoy afónica, y tengo los labios como Carmen de Mairena después de comerse un kilo de pipas saladas…


miércoles, 14 de septiembre de 2011

Cacao para series de televisión

He descubierto que para ver ciertas series de televisión necesito algo más que sofá, manta y palomitas... cacao! No de chocolate, no, cacao de labios, vamos, lo que las entendidas llamamos Letibalm.

Reconozco que soy un poco radical viendo algún tipo de series, rollo Lost, Prison Break, Fringe... no veo un capítulo, ni dos, ni tres, empiezo y no paro, puedo estar toda una noche viendo a Sahid y Jack, e irme a la cama a las 6:00 am sin saber si mi vida sigue siendo mi vida, o si mi cama es una isla giratoria...o si soy yo o mi abuela...

El caso es que esto no es lo peor, lo peor es la tensión, porque yo empiezo tranquilamente, recostada en el sofá, con mi manta, en plan bichobola, sacando la manita solo para coger palomitas, relajada total, y después de media hora estoy tensa, medio incorporada, palomitas olvidadas, la manta en el suelo porque sudo como un pollo, doy gritos a la tele porque no entiendo nada y a cada minuto lanzo un "Cómo?!" " venga ya!!!", " me muero!!"..., y luego llega la calma, acaba el capítulo y me doy cuenta de dos cosas; No he cerrado la boca en 43 minutos, y... necesito ver el siguiente! Así que mientras paso al siguiente capítulo en el DVD, me doy cacao... porque 6 horas así, y los labios me sangrarán seguro...

Es que con estas series si tragas salivas te pierdes un detalle importante siempre!!! Y respirar porque es un acto reflejo, pero el día que sea legal y accesible, yo no descarto verlas con máscara de oxigeno y si me apuras... con desfibrilador!!!
Porque mira que soy adicta y estoy acostumbrada a las sorpresas, pero siempre pego un bote en el sofá y me agarro el pecho, cuando un personajillo que se cruza con el "prota" de una manera casual un minuto y medio en una situación absurda y fortuita, reaparece 10 capítulos después siendo la clave de la trama!!! Y no es que yo sea un portento, y recuerde a todos los personajes casuales de 10 horas atrás, no, os digo un truco? Si de repente, en el resumen previo de un capítulo repiten la imagen absurda de aquel personajillo en cuestión... ya sabes que en este episodio la va a liar!! Y ya estás nerviosa, y ya no estás ni sentada, estas en posición "taza de váter", rodillas en ángulo recto, codos apoyados en ellas, y a punto de caerte de cabeza, eso sí, contra la tele, porque quieres saber!! Yo muchas veces he tenido la tentación de "echar p'alante" con el mando para adelantarme a los acontecimientos, más que nada por mi salud, porque un ataque al corazón a mi edad, y por saber si en Prison Break se escapan o no, no compensa.

Así que para compensar tengo que hacer parones temporales y ver series más amables, porque hubo un tiempo en el que cada vez que me subía en un avión me hacía ilusión pensar en caerme en una isla giratoria... hasta que miraba a mi alrededor, y no me imaginaba corriendo delante del Humo Negro de la mano de nadie de mi entorno...una pena.

Los próximo será pasarme por Alcalá Meco, a ver si me apetece planear una fuga con alguno de ellos... eso sí, siempre con cacao en el bolsillo, que pensar reseca mucho.